Cleopatra era inteligente y una erudita en algunas ciencias. Habitualmente rodeada de intelectuales, tenía facilidad para aprender idiomas, según Plutarco, y era usual que interviniera en discusiones diplomáticas.
Sus habilidades en la política las demostró cuando la crisis económica y social cayó sobre Egipto. Cleopatra devaluó la moneda para facilitar las exportaciones y se acercó a Pompeyo, creyendo que era el hombre más influyente de Roma, para evitar un conflicto entre Egipto y Roma.
Sus habilidades en la política las demostró cuando la crisis económica y social cayó sobre Egipto. Cleopatra devaluó la moneda para facilitar las exportaciones y se acercó a Pompeyo, creyendo que era el hombre más influyente de Roma, para evitar un conflicto entre Egipto y Roma.
Cleopatra, en un principio, no quiso inmiscuirse en un conflicto entre romanos pero finalmente accedió a reunirse con Marco Antonio… el encuentro duró cuatro días y de allí salió una alianza política y una relación que dio mucho que hablar. Marco Antonio se marchó a Alejandría con Cleopatra y allí pasaron el invierno rodeados de lujo y disfrutando de días de vino y rosas.
Plutarco la describe así: Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje.
Cleopatra estaba acostumbrada a ser obedecida, no se dejaba amilanar ni doblegar. Prueba de ello es la anécdota que también cuenta Plutarco en Vida de Marco Antonio. Típico producto mediterráneo, Marco Antonio siempre intentaba impresionar a Cleopatra…
Un buen día, Marco Antonio estaba pescando en el Nilo. Estaba quedando en evidencia frente a Cleopatra porque no conseguía ninguna captura y ordenó a un esclavo que se metiese en el río y pusiera en el anzuelo peces ya capturados, no sé si les recuerda a alguien, ejem. Marco Antonio quedó como un gran pescador...
A los pocos días Cleopatra invitó a varios miembros de las familias más poderosas de Egipto para que acudiesen como espectadores a un día de pesca con Marco Antonio. Cleopatra ordenó a un esclavo repetir la operación. Cuando Marco Antonio sacó un enorme pescado lo enseñó orgulloso a todos los presentes… para sorpresa del romano, todos comenzaron a reír. Marco Antonio no entendía nada… lo que él no sabía era que aquella captura era de mar.
Cuidado con engañar a la reina...
Plutarco la describe así: Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje.Cleopatra estaba acostumbrada a ser obedecida, no se dejaba amilanar ni doblegar. Prueba de ello es la anécdota que también cuenta Plutarco en Vida de Marco Antonio. Típico producto mediterráneo, Marco Antonio siempre intentaba impresionar a Cleopatra…
Un buen día, Marco Antonio estaba pescando en el Nilo. Estaba quedando en evidencia frente a Cleopatra porque no conseguía ninguna captura y ordenó a un esclavo que se metiese en el río y pusiera en el anzuelo peces ya capturados, no sé si les recuerda a alguien, ejem. Marco Antonio quedó como un gran pescador...
A los pocos días Cleopatra invitó a varios miembros de las familias más poderosas de Egipto para que acudiesen como espectadores a un día de pesca con Marco Antonio. Cleopatra ordenó a un esclavo repetir la operación. Cuando Marco Antonio sacó un enorme pescado lo enseñó orgulloso a todos los presentes… para sorpresa del romano, todos comenzaron a reír. Marco Antonio no entendía nada… lo que él no sabía era que aquella captura era de mar.Cuidado con engañar a la reina...
